SE QUEDA UN CUERPO SOLO

donde-habita-el-deseoCómo ya sabéis, son varias mis pasiones: la Sexualidad y el mundo de la Cultura y el Arte, sea del tipo que fuese. Y generalmente intento fusionar éstas dos en una, pues andan de la mano y generalmente se nutren una de la otra. Suelo publicar mi opinión sobre libros, comics y películas en función de su relación con el erotismo, la historia de la Sexología o movimientos de cambio, tales como el feminismo, todos ellos relacionados con el hecho de los sexos.

Hasta ahora no he publicado nada sobre poesía, seguramente porque no soy una entendida en el tema y por mi desconocimiento de éste género literario, en general.  Sin embargo, anteayer tuve el placer de releer un poemario precioso del que fue uno de mis profesores en Fenomenología de la Sexualidad, y hubo una poesía en concreto que me pareció de una sutil belleza y un sentido estético maravilloso. Aunque ya lo había leído con anterioridad,  ésta vez me produjo un mayor sentimiento, por el contenido de sus palabras y sus significados.

Cómo no quiero influiros, os lo dejo a continuación, antes de lanzaros algunas de mis reflexiones. Espero que lo disfrutéis…..

 

Se queda un cuerpo solo,

deshabitado de manos y de labios

que aviven el deseo,

y no es nada,

apenas estatua silenciosa,

árbol seco donde sólo brota el olvido.

 

Pero la memoria de la carne persiste

tenazmente aferrada al recuerdo

del último estremecimiento:

pues un cuerpo sabe esperar siglos

para volver a amar un instante.

 

Sí, un cuerpo espera siglos

para desear de nuevo

otras manos y otros labios,

porque, aunque el tiempo borre las huellas,

como hojas caídas,

de otros cuerpos,

de otros besos,

de otras manos…,

permanecen al descubierto las heridas,

todavía abiertas en el fondo del alma.

 

Mas, a pesar de todo, debe seguir creciendo,

nutriéndose con el misterio de la ofrenda.

(Luis E. Martín-Peñasco de Merlo)

 

Tras leerlo me he planteado algunas cuestiones, y me encantaría que pudieseis opinar sobre qué os “despierta” a vosotros, o cuáles son las ideas y significantes que os surgen.

 

Personalmente creo que no ha sido causalidad que justo ahora me llame más la atención, pues recientemente he conocido a una persona que tras varios años sin mantener relaciones sexuales, ha tenido un “affaire  o aventura amorosa” casual, con una desconocida. Y la experiencia ha sido maravillosa, pues al contrario de lo que se pudiese pensar, no ha habido ningún problema de respuesta sexual, ni de pensamientos o de emociones negativas, muy al contrario ha sido vivido con naturalidad. Lo que me ha hecho pensar que tal y como dice el poema – un cuerpo sabe esperar siglos, para volver a amar un instante- . Y me ha resultado tan precioso, tan fantástico y tan extraordinario, que podría decirse que cuando de amar se trata, algo mágico puede suceder.

 

Pero mis reflexiones van un poco más allá….Todas y todos hemos escuchado muchas veces  que “La función hace al órgano” (Lamarck). Entendiendo que si dejamos de “funcionar”, desaparece el órgano, así como, que si dejamos de mantener relaciones sexuales desaparece el deseo. ¿Qué fenómeno inusitado comprende éste hecho? ¿Qué opináis vosotros?

 

Laura Cruz, Sexología y Psicología en Alicante

Bibliografía

Martín- Peñasco de Merlo, L. E. (2004). Donde habita el deseo. Almería: Universidad de Almería.

 

 

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