LAS TRIBULACIONES DE UN PEQUEÑO EXHIBICIONISTA

descarga (1)12 de enero de 2011

Esta es mi primera noche en el presidio. Todo está oscuro, han dado el toque de queda, y excepto alguna respiración profunda y varios ronquidos simultáneos la planta en sí permanece en una especie de silencio ensordecedor, supongo que yo así lo siento por la sensación de extrañeza que éste lugar me produce. El recinto huele a lejía y se respira un aire asfixiante que  emana de la  agresividad contenida por todos y cada uno de los que aquí nos hallamos, tanto reclusos cómo carceleros.

No puedo dormir, me es imposible conciliar el sueño, y no es por el tacto áspero de las sábanas o por el frío que se cuela bajo la puerta y que hiela mis pies y mi cuerpo, es más bien debido a la rabia que siento por haber fracasado en mi plan.

Nunca creí que la manera en que fuese condenado sucedería así. Ni una sola referencia a mi persona en los medios de comunicación. No contaba con que fuese “la noticia”, algo grande y provocador. Pero ¿nada?! Ni tan si quiera en la prensa o la radio local, ésa que emite todos y cada uno de los días del año los cotilleos más intranscendentes de las gentes de ésta ciudad, sucesos mediocres cargados de un morbo vulgar  por otro lado.

Me siento insignificante. Soy un invisible. Soy un chiste, algo así como ¿Cuál es el colmo del exhibicionista? Que nadie lo mire.

15 de Enero de 2011

Estoy aquí porque así lo premedité, pensé que si me trincaban mataría dos pájaros de un tiro: la visibilidad y la imposibilidad de volver a repetirlo una vez más. Pero ni con esas, aquí también soy un número más, porque no soy el violador despiadado, el asesino impune, el terrorista  o el perfecto estafador. Tan sólo soy un pobre diablo, un pequeño exhibicionista al que han metido en el truño sin ni siquiera pasar a mayores convirtiéndome en un famoso exhibicionista en serie, tal y como yo fantaseaba.  Como siempre, no he tenido éxito y es que  incluso aquí dentro, vestidos todos igual, unos tienen clase y otros no.

Es curioso,  éste mediodía en el comedor me he dado cuenta que nada ha cambiado. Sigo siendo el mismo que hace unos 20 años. También en el instituto me sentaba sólo en el recreo a comer mi almuerzo y si algún compañero  se acercaba a preguntarme algo, me limitaba a  mirarlo, no contestaba y volvía a hincarle el diente al bocadillo para poder seguir aislado. Sentía vergüenza. No era cómo los demás, me desarrollé muy tarde y mientras ellos ya tenían pelos en los huevos y penes en vez de “pililas” yo continuaba encerrado en un cuerpo de niño del que todos se mofaban por lo anormal, hasta mi voz era todavía aniñada. Poco a poco me fui convirtiendo en un ser callado, introvertido y mísero.

Hoy ha sido igual, ¿Qué le podía contestar a mi compañero “el ladrón de bancos  engominado”  ante la pregunta de mi encarcelamiento? ¿Qué  enseño mi pequeña polla a pre púberes? (Porque claro, Dios no me pudo dotar de un gran miembro, tuvo que joderme con un micro pene, para que no pudiera ser feliz. No sé, se me ocurre que todo hubiese sido distinto si por lo menos la tuviese muy  grande, podría  por ejemplo haberme convertido en Stripper, las caras de estupefacción de las mujeres serían las mismas que me provocan la excitación cuando las asusto por la calle, y aún encima cobraría por ello, se me reconocería y me ahorraría la consecuente vergüenza. Pero no, el tuvo que fastidiarme hasta la posible solución a ésta enfermedad, condenándome  a ser un miserable el resto de mi días, porque no sólo me ha tocado tener una pollita, sino que además soy feo.) He vuelto a sentir vergüenza y el silencio ha sido mi respuesta a su pregunta.

16 de Enero de 2011

La idea final de éste diario no es otra que expiar mi culpa, pensaba que aquí no podría reincidir, que alejaría de mi sucia mente las fantasías recurrentes por las que me siento dominado, aún con éstas llevo toda la tarde imaginando la cara de la chica que limpia ésta sección ante la visión de mi pene erecto. La llamaría a que se acercase a mi celda y cuando estuviese a una corta distancia me sacaría la polla para poder correrme hasta el infinito, hasta vaciar el ansia. No me importan las consecuencias, al contrario, el castigo  y el hecho de ser pillado me excitan aún más y más….Finalmente he decidido dejarlo en una simple paja, no tendría la suerte de que ella se asustase y me arrease con la fregona, seguramente debe estar acostumbrada a los seres despreciables que habitamos aquí y ni se inmutaría, así pues volvería a ser ignorado y mi propósito de pasar un buen rato se vería frustrado.

20 de Enero de 2011

Hoy era el día de las visitas mensuales. No ha venido nadie. Les soy indiferente a mis progenitores. No sienten pena por mí, ¿acaso desprecio?

De los tres hermanos soy el segundo, el eterno ignorado, al que no se le presta atención porque toda la reciben los mayores o los pequeños. De ésta manera lo he vivido yo siempre, desde que lo recuerdo.

Mis primeras exhibiciones, inocentes en éste caso, sucedieron a muy temprana edad, cuando tan sólo tendría unos 6 o 7 años. Era muy frecuente que cada vez que recibíamos visita en casa, de familiares o amigos de mis padres, en un intento desesperado por llamar la atención y que se fijasen en mi para ser elogiado, al igual que mis hermanos, solía irrumpir desnudo o con la “colita” al aire en medio del salón o la sala de estar dónde se encontraban los adultos. Recuerdo una vez en la que incluso llegué a subirme a una mesa al tiempo que me bajaba los pantalones provocando las risas y los comentarios entre los asistentes. Mi padre, al que no debió hacerle ninguna gracia por el bochorno que pudo sentir, dada su condición de hombre recto, católico y apostólico, se levantó con firmeza, me dio una bofetada y me llevó castigado a mi habitación sin siquiera explicarme cual era el pecado tan grave que acababa de cometer para que se me tratara con tanta violencia. Mi madre por otra parte ni se inmutó, continuo sentada tomando su té.

25 de Enero de 2011

Hoy me han pasado porno. El porno es una mierda. A los 10 años descubrí los cómics de mi hermano mayor escondidos en su mesilla. No estaban mal, tuve mis primeras erecciones visualizando los dibujos de aquellas chicas de grandes pechos que se dejaban hacer por semejantes monstruos machistas. Pero nada comparado a lo que sentí el día que mi madre entró en mi habitación sin avisar. Era verano y había estado bañándome  en la piscina con mis primas. Patricia y Maricruz. Mientras yo leía ellas jugaban en el agua a ser cómo las chicas de nado sincronizado. Ese verano hubo Olimpiadas. Por supuesto a mi no me hacían el menor caso y pude observarlas a mi antojo. A Patri sin darse cuenta se le desabrocharon los automáticos del bañador que llevaba, dejando al aire libre un coño perfecto de chica de veinte años. En ese justo momento sentí que algo se erguía bajo mis pantalones y quise jugar con ellas. Me rechazaron y se rieron de mí, pero aún así la excitación no disminuyó, al contrario. Me dirigí al interior de casa y me fui directo a mi habitación, dónde comencé a machacármela pensando en ellas. Era mi pequeña vendetta. En ese preciso momento mi madre abrió la puerta del cuarto. Recuerdo su rostro,  el horror y la sorpresa  se dibujaron en sus facciones y entonces sentí un placer cómo nunca en mi vida. Me invadió un estallido y me corrí ante ella. Cerró con un portazo y así me lo dijo todo. La misma intensidad que hacía unos segundos había recorrido mi espinazo en forma de gozo, se apoderó de mí, pero con otra cara, la de la culpa. Recé y recé sin cesar, y supliqué porque mi madre me perdonase. Me duche y froté mi cuerpo hasta rasguñarlo, pero no me sentí mejor. Mi madre nunca me dijo nada, siempre fue un glaciar. Desde entonces me siento sucio y enfermo. Así fue como comenzó mi búsqueda de ése mismo placer asociado la exhibición y posterior vergüenza, como un adicto no he podido cesar de hacerlo de ésta manera, ya que no he encontrado ninguna otra que me satis fiera.

2 de Febrero de 2011

Siempre me han gustado la lectura y el cine y como  no me complacía salir, me encerraba en casa y soñaba con ser como algunos de los grandes personajes que actores a los que admiro dieron vida, Bogart,  Clint Eastwood, Marlon Brando, Warren Beatty…generalmente encarnaban hombres seguros, elegantes, firmes, valientes, apuestos, hasta se diría que en ellos sus inseguridades les hacían brillar más todavía, y por supuesto todas estas cualidades no pasaban desapercibidas a los ojos de las féminas. Pero ese no soy yo, yo soy más bien como Wilt de Tom Sharpe, la antítesis a los anteriores nombrados, y siendo así mi inventario sexual es de comedia. Llegó un momento en mi vida en que acepté mi condición de deforme y pensé que la única manera de poder hacer algo importante sería crear mi propio personaje, y eso hice, bueno, más bien lo intenté, porque como a Wilt, todo me sale al revés y lo único que he conseguido son efímeros momentos de placer seguidos de asco y culpa que vistos desde fuera son ridículos y lamentables, el claro ejemplo del patetismo.

Me monté mi propia película, me compré un buen traje de chaqueta a rayas, que en el modelo del catálogo parecía el de un caballero distinguido y que a mí me caía más bien  como a un bufón, sombrero de ala y mocasines bicolor. También me hice bordar las iniciales de mi nombre en un pañuelo que siempre llevo preparado para limpiar el semen en el momento de eyacular, fantaseé con algo así como llegar a ser un exquisito exhibicionista, y que se me describiese como a un personaje romántico, quizás alguien entendería que bajo la conducta aberrante de mostrar mis genitales a chicas, hay un ser sensible. Pero lejos de llegar a resultar romántico, soy irrisoriamente repugnante.

Me he exhibido a la salida de los institutos, en las zonas de marcha, cerca de las peluquerías y salones de belleza y todos los lugares típicos a los que acuden las jovencitas. Son demasiadas las historias que me han sucedido  y que ciertamente se podrían escribir en forma de episodios humorísticos para relatar las hazañas fracasadas del personajillo que creé y que soy yo.

A veces pienso que mi trastorno, o parafilia como lo llaman, es una putada. Lo voyeurs por ejemplo lo tienen todo mucho más fácil en un mundo tecnológico como el de hoy en día, sin ir más lejos sólo tienen que ponerse cómodos en sus sofás y buscar en internet videos de parejas reales follando o de  todo aquello que puedan imaginar. Yo sin embargo no tengo más remedio que salir a la calle, llueva o nieve, y pasar las de Caín para conseguir asustar y poder excitarme. Y es que hasta en esto he tenido mala pata. Una vez me dispuse a asaltar a una chica monísima que se encontraba en el parque, me escondí tras el tronco de un árbol y me preparé para la acción, en un solo gesto ajusté mi sombrero hasta cubrir mi mirada,  bajé la bragueta de mi traje y me saqué a la delgada y pequeña “dispuesta” para mostrarla a mi víctima. Hasta ahí todo funcionaba de maravilla, pero cómo no, el susto no se lo llevó ella, sino yo. Tras otro árbol justo enfrente del mío y detrás de ella se encontraba su apuesto y musculado novio, también preparado para sorprenderla, eso sí, con unas intenciones muy distintas a las mías.  Llevaba un ramo de rosas rojas que acabó totalmente destrozado sobre mi cabeza, resolviéndose el final de la historia como es natural, yo totalmente vejado y él cómo un héroe ante los ojos de tan linda mujer. Y gracias que no se ensañó con fuerza, porque con un solo golpe de su bíceps en mi jeta me hubiese quedado sin dentadura.

En otra ocasión al intentar asustar a dos adolescentes que volvían de clase con sus libros  apoyados en el pecho, acabé empapado y con pulmonía. ¿Cómo iba a saber yo que su abuela las esperaba en el balcón? Se hallaba justo encima de mí, unos 5 pisos por arriba de allí donde yo aguardaba. La señora al darse cuenta de lo que iba a suceder corrió adentro y volcó el agua sucia del cubo de la fregona sobre mí y  con un tino digno de admiración, sí señor.

Hoy no puedo más, me va a estallar la cabeza, los pensamientos se agolpan uno tras otro, pero no me siento con fuerzas como para poder seguir escribiendo.

7 de Febrero de 2011

Durante el día de hoy he vuelto a sentir la imperiosa necesidad de terminar de una vez por todas con ésta angustia, me odio por lo que soy al tiempo que la sed hacer algo bien de una vez por todas me ha llevado a pulular en mi retorcida mente un nuevo plan. Ayer durante la cena estuve hablando con Ramón “el tripeloto”, por lo visto detrás del alto muro que separa el preventorio masculino del femenino se encuentra el patio dónde las mujeres salen a tomar el aire a las mismas horas que nosotros y se me ha ocurrido que voy a acabar con todo. Dentro de una semana me subiré al muro y me desnudaré por completo. Todas esas hembras me miraran atónitas, seguro habrá todo tipo de reacciones, burlas, gritos, insultos, risas y todas ellas serán durante unos segundos para mí, estarán bajo mi poder y podré vengarme del sexo femenino. Cuando me haya corrido saltaré y espero morir en el acto. Qué bien!!! Sólo de pensarlo me he empalmado como una bestia. Por fin tengo un gran plan, hoy me voy a la cama feliz!!

13 de Febrero de 2011

Sé que es horrible lo que voy a hacer, sé que es pueril y vergonzoso, pero para mí es la única salida. Todo está preparado, mañana ejecutaré mi plan. No tengo miedo, por primera vez siento alivio, sólo espero que Dios tenga a bien perdonarme, ya que yo nunca lo haré. Y por favor…que me salga bien!

15 de Febrero de 2011

En el diario “La  Verdad”  (periódico realizado por los internos de ésta Cárcel como taller rehabilitador) hoy  he podido leer la siguiente noticia en primera plana:

“COMPAÑERO SUFRE GRAVES FRACTURAS TRAS CAERSE DESDE EL MURO DEL PATIO NUMERO 13 DONDE INTENTÓ PONER FIN A SU VIDA”

El presidiario Luis Iluminado González  fue arrestado  ayer día 14 de Febrero y mandado a enfermería con numerosas contusiones tras tirarse, en un intento fallido por quitarse la vida, desde uno de los muros  del patio interior. De momento no podemos proporcionar más datos debido a su arresto, pero seguiremos de cerca el suceso para esclarecer los hechos del acontecimiento. Te mandamos ánimos Luis.

No lo puedo creer, estoy atónito, incrédulo de lo que leen mis ojos. Salió bien , eyaculé más que nunca, salpicando a algunas de las mujeres que se encontraban abajo, y que ahora desde luego me conocerán y oirán hablar de mí, jejejeje. Además no he muerto, permanezco en el área de salud dónde todos me tratan bien, ahora me miran con respeto. Curiosamente algo en mi ha cambiado, porque me he despertado con la sensación que todo ha terminado y con una sensación de libertad e ilusión renovada, no siento oscuridad en mi interior y tengo aires de renovación. En cuanto me den el alta le haré una visita a la psicóloga del centro, hasta ahora pensé que lo mío no tenía solución, pero por fin tengo ganas de cambiar.

20de Marzo de 2011

Paula C. la terapeuta, es preciosa.

Es ciertamente triste, pero me siento bien. Creo que éste puede ser el principio de un gran….

 

 

LAURA CRUZ GÓMEZ,

Tu Sexóloga en Alicante

LAS TRIBULACIONES DE UN PEQUEÑO EXHIBICIONISTA
Facebooktwitterpinterestlinkedinmail
Etiquetado en:         

Un comentario en “LAS TRIBULACIONES DE UN PEQUEÑO EXHIBICIONISTA

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *